por Gabriel Neuman |
Última Actualización: junio 24, 2010 En un encuentro convocado por este diario, especialistas señalaron que los constructores ignoran la existencia de estos estímulos
MÉXICO, D.F., 25 abril 2007.- En México existen reglas y beneficios para estimular la arquitectura sustentable, es decir, aquella que favorece la conservación del medio ambiente, sin embargo, o no se conocen o simplemente se violan.
Por ello, especialistas en construcción señalan que para no quedar más rezagados en relación con países europeos o asiáticos, es urgente reforzar las leyes y crear mayores beneficios para las construcciones que no contribuyan al calentamiento global del planeta.
Como ejemplo, el Código Financiero del Distrito Federal otorga beneficios como la reducción de 50% del impuesto predial o sobre nómina a quienes para ayudar a combatir el deterioro ambiental, realizan actividades de reciclaje o en su operación reprocesan al menos una tercera parte de sus residuos sólidos.
Asimismo, son beneficiadas las empresas de servicios e industriales del Distrito Federal que adquieran, instalen y operen tecnologías, sistemas, equipos y materiales o realicen acciones que acrediten ante la Secretaría del Medio Ambiente prevenir o reducir al menos 30% las emisiones contaminantes establecidas por las normas oficiales mexicanas.
El problema es que este tipo de estímulos se desconocen o a los desarrolladores les importan más sus negocios, señalaron arquitectos e ingenieros que participaron en un encuentro convocado por este diario.
El arquitecto Armando Deffís Caso ejemplificó que si en las 500 mil viviendas que se hacen al año en México se utilizaran ecotecnologías, se ahorraría la energía suficiente como para darle vida a la ciudad de Guadalajara.
“Existen las normas técnicas 03 y 08 derivadas de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en 1988, lo que sucede es que los intereses creados es lo que está contra la sustentabilidad, entonces las leyes existen, lo que pasa es que no se aplican. El delito ecológico no está bien tipificado, y creo que lo que deben entender es que hay que ecologizar la economía y no economizar la ecología”.
El ingeniero César Ulises Treviño, presidente fundador del Consejo Mexicano de Edificación Sustentable, precisó que son muchos los actores involucrados en el tema de la arquitectura sustentable y que los desarrolladores deben comprender que una edificación ecológica no implica necesariamente gastos extraordinarios en tecnologías “innovadoras”, sino interconectar inteligentemente elementos del diseño arquitectónico.
“Nosotros estamos proponiendo el Sistema de Calificación de Edificios Sustentables, de acreditación de edificaciones, que tiene como propósito impulsar y acelerar la adopción global de las prácticas de edificación y desarrollo sustentable a través de la creación e implementación de estándares, herramientas, y criterios de funcionamiento universalmente comprendidos y aceptados”.
Hermilo Salas, doctor en arquitectura que coordina dos posgrados en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, considera que el inicio debería ser la reforma del Estado para llegar a una situación en la que se contemple que las políticas estatales tienen que tender hacia una modificación conceptual y operativa de las ciudades que queremos.
“Si las desarrolladoras cumplieran con las normas que señala la Semarnat, el Instituto Nacional de Ecología y la Profepa, otra cosa sería. Pero al revisar los reglamentos de construcción y ver los conceptos de habitabilidad, uno se muere de la risa, porque habitabilidad no es una recámara de 2.70 por 2.40 y una ventana de 1.20 y 1.10. La sustentabilidad también tiene que ver con la calidad de vida”.
