Con el objetivo de ofrecer a sus clientes teléfonos más ecológicos, Sony Ericsson incorpora su proyecto GreenHeart en el que elimina el uso de sustancias perjudiciales del diseño del producto y su proceso de fabricación.
Los manuales de usuario utilizados para sus teléfonos son sustituidos por CDs. Con los manuales de 1 millón de teléfonos, se ahorran 350 toneladas de papel, lo que equivale a 13,000 árboles y 7500 metros cúbicos de agua.
Utilizan plasticos reciclados en la producción de los teléfonos para reducir sustancialmente la huella de carbono.
Con pintura de agua, reducen la exposición a compuestos orgánicos volátiles (COV) y al utilizar agua local también las emisiones de CO2 derivadas del transporte de sustancias químicas.
Los plásticos reciclados, pantalla de bajo cosumo y pinturas de agua consiguen reducir en un 15% las emisiones totales de CO2.
Los nuevos teléfonos son 100% libres de PVC y berilio y 99.99% libres de antimonio y cloruro de bromo.
Además, cuentan con un programa de reciclaje de celulares.